La
adquisición de buenos hábitos higiénicos es fundamental para evitar
infecciones, inflamaciones o enfermedades y, para facilitar la
integración social del niño.
Al comienzo de la vida escolar, los niños empiezan a
hacer sus grupos de amigos y, por lo general, los que poseen un aspecto
sucio o malos olores son rechazados por los demás.
Cuando hablamos de buenos hábitos de higiene, no
nos referimos a que el niño esté siempre impecable, sino a enseñarle que hay
ocasiones como cuando juega en el parque, utiliza pinturas o va de excursión
al campo en las que ensuciarse es aceptable y, que hay otras ocasiones,
cuando va al colegio, reuniones familiares o cuando sale de paseo que tendrá
que estar limpio y aseado.
Desde pequeños debemos crearle éstos hábitos,
enseñándoles poco a poco cómo deben lavarse e incorporando el aseo personal a
su rutina diaria.
Para ello, hemos de enseñarle con el ejemplo, con
paciencia y facilitando que las cosas estén a su alcance. Así por ejemplo, si
es necesario, debemos tener una banqueta en el cuarto de baño para
facilitarle que llegue al lavabo, y que siempre esté acompañado por un adulto
cuando la use.
Con el paso del tiempo, observaremos cómo cuando logra
incorporar estos hábitos de higiene a su vida cotidiana, desarrolla un sentimiento
de satisfacción, independencia y de bienestar, al aprender a cuidar de su
propio cuerpo.
Principales
hábitos de higiene
Es
importante que el niño tenga claro cuáles son los hábitos que ha de emplear
en cada momento. Debe aprender, por ejemplo, que nada más levantarse tendrá
que asearse, que después de cada comida habrá que cepillarse los
dientes y que antes de comer tiene que lavarse las manos.
Al principio, cuando son pequeños y están empezando a
aprender los hábitos de higiene, es fundamental que los elogiemos cuando
lo hagan correctamente o sin necesidad de que nosotros se lo indiquemos,
de esta forma estaremos reforzando esa conducta.
Veamos a continuación los principales hábitos de
higiene que tienen que aprender nuestros hijos y cuál es la mejor edad
para empezar a enseñárselos:
- Higiene bucal. Antes de que el niño pueda
cepillarse los dientes, los padres deben pedirle su compañía en el baño para
mostrarle cómo se lavan los dientes y explicarles qué están haciendo y para
qué sirve el cepillo y la pasta dental. Si el niño lo desea, debemos ponerle
un poquito de pasta, específica para niños, en un cepillo que tengamos
preparado para él.
Será aproximadamente a partir de los dos años de edad
cuando el niño imitará los movimientos de sus padres al cepillarse. Alrededor
de esa edad lavarse los dientes debe formar parte de sus costumbres diarias.
Como mínimo, se los lavará dos veces al día aunque lo aconsejable es después
de cada comida.
Una buena higiene bucal y visita regulares al dentista,
según nos aconseje el propio dentista, prevendrá la aparición de caries y
otras enfermedades dentales.
- Higiene en el vestir. La ropa y los calzados de
los niños es un punto en el que debemos fijarnos especialmente. Tenemos que
enseñarles que por las mañanas cuando van al colegio, tienen que salir con
la ropa y los zapatos perfectamente limpios. Para ello, si los niños son
mayores, la noche anterior deberán cerciorarse de ello y acostumbrarse a
limpiar sus zapatos todas las noches. En el caso de que sean pequeños, lo
haremos nosotros.
Tras el baño deberán ponerse ropa limpia y colocar
la ropa sucia en su sitio. Deben aprender también que a diario tienen que
cambiarse de ropa interior y a buscar la ropa más adecuada para cada
ocasión, así como a aprender a cuidarla, conservándola en buen estado y
teniendo sus armarios ordenados y cada prenda de vestir colocada en su sitio.
Los zapatos, deben ser cómodos, traspirables y
adecuados a su pie, ni demasiado grandes ni demasiado pequeños. Han de
aprender a limpiarlos y cuando los niños sean mayores y en el caso de que lo
necesiten, deberán extremar la higiene de los pies utilizando productos
específicos para el mal olor.
- El baño y la ducha. El baño debe ser un momento
de placer para los bebés o niños muy pequeños. Podemos meterles juguetes en
la bañera y hacer que se entretengan jugando mientras se relajan con el baño.
El momento de enjabonarlos debe ser también agradable, para ello una esponja
suave y un champú que no irrite los ojos es fundamental.
A partir de los seis años de edad podemos permitirle que
se duchen ellos solos, a esta edad ya están preparados para hacerlo correctamente.
No obstante, debemos revisarlos de vez en cuando y aprovechar para limpiarles
bien las orejas y observar si es necesario cortar las uñas.
- Higiene de manos. Antes de sentarse a la mesa
deberá lavarse siempre las manos. Esto debe convertirse en hábito que hagan
de modo reflejo antes de las comidas y no sólo de la principal, sino siempre
que vayan a comer: en desayuno, comida, merienda y cena.
También deben lavarse las manos tras acabar de comer. Es
fundamental y un hábito de higiene básico y que jamás deben saltarse, lavarse
las mano cada vez que vayan al retrete para evitar posibles infecciones.
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